El queso fresco es uno de los ingredientes más versátiles de la gastronomía mundial. Utilizado en oriente, como en occidente, en Asia, como en Europa y América, el queso tiene el dinamismo de poder ser utilizado en postres, comidas agridulces, saladas, tartas… Puede ser comido en una sobremesa y acompañado por una buena baguette de pan, como también a la parrilla o en una barbacoa. Descubramos algunas de sus tantas versiones.
Cheesecake estilo neoyorquino
Este tipo de tarta es una de las más célebres en todo el mundo. La tarta cheesecake estilo neoyorquino está principalmente compuesta por queso crema cuajado y mezclado con crema fresca. Esta preparación debe ser mezclada con huevos, incorporados poco a poco, que luego será llevada al horno. Es muy importante en esta receta poder esperar a que se enfríe a temperatura ambiente antes de llevarlo a la nevera. De este modo, evitarás que la tarta se quiebre y se rompa. Por otro lado, puedes preparar con fécula de maíz la mermelada de frutas que más te guste – la más tradicional es el de frutos rojos. La fécula ayudará a que el dulce se condense y que el mismo se sostenga por encima de nuestra tarta. Es una receta fresca, ideal para los días de calor, y fácil de preparar. Al mismo tiempo, al ser una tarta ostentosa, te lucirás con todo el mundo.
Tiramisú
Otra receta deliciosa y dulce para sumar un postre fresco a los días de calor. Esta preparación tradicional italiana está compuesta principalmente por queso mascarpone. Hay quienes eligen hacerla con queso crema en reemplazo, o bien si tienes poco mascarpone puedes mezclarlo con un poco de queso crema y abaratar costes.
Básicamente, el tiramisú es una base de vainillas remojadas en una mezcla de café con un poco de oporto. A cada piso de vainillas, se le pone por encima la mezcla de esencia de vainillas, mascarpone y queso crema. Al finalizar el postre y tener todas las capas de tiramisú que deseas, puedes agregarle un poco de chocolate amargo rallado por encima. Es muy importante que esta preparación vaya rápidamente al frigorífico, y nunca pierda la cadena de frío, ya que la crema y el queso pueden cortarse y entrar en mal estado. Se trata de un postre ideal para tomar un café en el verano, pero debes estar atento a hacer sitio a su fuente en la nevera.
Tartas saladas
Hay múltiples formas en las que se puede tomar una tarta de verduras. Con un poco de queso crema hace que sea uno de los favoritos en la cocina hogareña del día a día. Las tartas de berenjenas, acelgas, judías o calabazas, son superfáciles de hacer. Tradicionalmente, el queso más elegido para acompañar las tartas es uno cremoso, pero hay quienes optan por gratinar otros tipos para darle un toque especial. En Francia, sus célebres tartas llevan quesos regionales con comté, maroeuil en el norte, quesos azules en el sur… Cada tarta es adaptable a llevar un queso original que le dé personalidad y haga que no sea ‘una tarta más’. Puedes elegir quesos de tu zona como el queso de cabra o queso tierno para que tenga la capacidad de fundirse.
Tartiflette francesa
La receta de Savoie (Saboya) es un emblema en toda Francia. Ideal para el clima frío y la época de esquiar en los Alpes franceses, la tartiflette contiene, generalmente, una base de patatas cocidas, cebollas, panceta, crema fresca, pimienta, a veces un poco de vino blanco estilo sauvignon blanc, y queso reblochon. Se sirve gratinado, y en una fuente rectangular que haga lucir la cocción del queso. Es un plato muy cremoso y caliente, el cual te permite reemplazar el reblochon por el queso que más te guste, pero es clave poder seleccionar un queso de buen porte que le dé sabor a la combinación.
Raclette
La raclette tiene la particularidad de poder permitirte una gran combinación de productos. Puedes utilizar patatas, verduras, distintos quesos y fiambres, jamones, lomo horneado, pepinos de distintos tamaños y variedades… Por encima de ellos deberías hacer la selección de un queso de tu gusto, y utilizar tu paleta de raclette para que se funda todo junto. Así, cada porción que comas tendrá queso gratinado y/o derretido por encima. Es una receta clásica francesa que también se come generalmente durante el invierno, siendo un clásico de las bases de esquí para recuperar el calor luego de una jornada de deporte en la nieve.
Ensalada César
Una excelente opción si quieres comer sano, light, y rápido. Esta ensalada lleva pollo trozado, una salsa tipo “césar”, croutons de pan tostado, lechuga y lechuga, y láminas de queso parmesano. Generalmente, estas láminas son reemplazadas por dados de queso gruyere, maasdam o edamm que acompañan a esta fantástica ensalada proteica: ideal para los días de calor, pero sin perder todas las vitaminas y proteínas necesarias.
Provolone al horno o a la parrilla
Tradicional en Argentina y Uruguay, este disco de queso provolone fresco especiado con orégano, pimentón, ají molido y ajo triturado, es una delicia a la parrilla. Con el toque ahumado que le queda luego de ser preparado, este queso gratinado logra una textura maravillosa que encanta a muchísimos comensales. Si no tienes una plancha grande no te preocupes, siempre lo puedes preparar en un horno en un recipiente de barro.
Fondue de queso
Por último, no podemos obviar a este clásico del queso: la fondue de queso. Esta receta histórica de Suiza se hace con quesos de fundición, es decir, los que se derriten más fácilmente con el fuego dentro de su caldero típico. En ese queso fundido puedes elegir el alimento que quieras sumergir con tu pequeño pincho: salchichas, verduras pequeñas, fiambres y demás. En ese sentido, los ingredientes de la raclette también se pueden utilizar en la fondue de queso.
Conclusión
El queso es uno de los ingredientes más dinámicos del mundo, así también de los más sanos y versátiles: pueden estar hechos con diferentes tipos de leche, con distintos procesos y condimentos, como también con diferentes maduraciones. Lo que está claro es que da igual que sean de cabra, vaca o mixtos, los quesos tienen muchísimo para aportarnos gastronómicamente, tanto en postres como en recetas saladas. Solo tienes que descubrir tu queso favorito y elegir el modo en que vas a prepararlo.