Las propiedades del aceite de oliva para tu salud son múltiples, y ayudan a diferentes aspectos de la salud integral de cada persona. En este artículo, nos proponemos recorrer algunas de esas tantas propiedades y su evidencia médica.
El aceite de oliva y el estreñimiento
Ingerir una cucharada de aceite de oliva en ayunas aumenta la capacidad de digestión y alivia el estreñimiento. ¿Alguna vez has escuchado a las personas mayores recomendarte tomar una cucharadita de aceite? Puede que la respuesta te sorprenda, pero si tomas una cucharada limpia, en ayunas, seguramente irás al baño sin tardar mucho rato. La realidad es que con ingerir una al día, acompañada en tus comidas, es suficiente para que sus componentes logren su efecto laxante y ayuden a regular tu tránsito intestinal. No es necesario tomarla a palo seco, úsala para cocinar y obtendrás el mismo resultado.
¿Por qué es de suma importancia un intestino sano? Se dice desde la medicina homeopática que los intestinos son nada menos que el cerebro de nuestro vientre. Por esto, cada situación de estrés o de malos hábitos puede inferir en tu sistema gastrointestinal. Cuidándote, y teniendo buenas costumbres, puedes coronar tu salud con la ingesta de un buen aceite de oliva para asegurar tus tripas sanas.
Un elixir de oro para el cerebro
Así ha sido bautizado el aceite de oliva puro. Estimulando el cerebro y mejorando la concentración de las personas, la investigación científica (biológica y médica) ha demostrado todos los beneficios que tiene en el ser humano este elixir.
Los resultados de las investigaciones indican que sus efectos neuroprotectores y terapéuticos, sobre todo en el aceite de oliva extra virgen, puede protegernos de distintas patologías neurodegenerativas crónicas. ¿Cuáles serían estas? La esclerosis múltiple, el Parkinson, el Alzheimer y la esclerosis lateral amiotrófica. De hecho, la gran parte de las investigaciones han sido realizadas en torno a la enfermedad de Alzheimer.
Esta enfermedad consta de una neurodegeneración temprana en la que las personas, al perder el funcionamiento usual de su cerebro, pueden perder noción de quiénes son, a qué se dedican. Incluso, pierden registro del tiempo y espacio en el que se encuentran, confundiendo presente con pasado. Esta enfermedad avanza a pasos agigantados en los países occidentales, vinculándose con el consumo de productos cargados con aluminio, o bien con costumbres en las que nos contaminamos con este elemento sin saberlo. Por esto, los médicos proponen dejar de usar desodorantes en aerosol o sprays que puedan contenerlo. Y consumir aceite de oliva como medida protectora, ya que no hay tratamiento que detenga a la enfermedad una vez diagnosticada. El elemento del aceite de oliva que funciona como neuroprotector concretamente, es el óleo cantal.
¿Qué es el óleo cantal entonces?
Durante el 2020, el Centro de Neurociencias Iniciativas de la Universidad de Auburn en Alabama, Estados Unidos, desarrolló y presentó un estudio realizado sobre animales que desarrollaban la enfermedad de Alzheimer.
Después de tres meses de ser alimentados con una combinación de comida para su especie y aceite de oliva extra virgen, repleto de óleo cantal, encontraron los efectos beneficiosos y los mecanismos a partir del consumo de aceite de oliva: la neuroprotección creció tanto que detuvo el avance del Alzheimer en todos los casos. Incluso en las que peor perspectiva de mejora tenían.
Por esto, es importante la selección de un aceite de buena calidad, su incorporación en la dieta diaria. Se pueden cambiar las recetas que hacemos cotidianamente en nuestros hogares para incorporarlo, y sumar una actividad física regular. Esto, se vuelve decisivo para obtener los efectos beneficiosos que tiene este elixir de oro en nuestra salud integral, con un relevante protagonismo en nuestro cerebro.
¿Por qué decimos que es bueno para la salud integral?
Este término, utilizado por la Organización Mundial de la Salud, da cuenta de cómo la salud es un concepto complejo:
“es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”
De esta manera nuestra salud se vuelve un estado que necesita de nuestro bienestar físico, emocional, social, y psicológico. Ninguno de estos componentes puede estar ausente al pensar en el bien de nuestra salud. En este caso, el aceite de oliva propone un bienestar físico tal que puede predisponer al social (para vincularnos más sanamente, en mejores condiciones), y al psicológico, debido a nuestra percepción subjetiva sobre nuestro cuerpo y sus condiciones.
Estudios realizados en España: sus bondades para el corazón.
Los estudios efectuados por la Universidad de Córdoba, en España, han sido en pos de indagar sobre las propiedades del aceite de oliva, particularmente en el bienestar cardiológico del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la UCO. En sus investigaciones, analizaron las proteínas plasmáticas de ratas jóvenes y viejas, de 6 meses y de 24 meses de vida, respectivamente.
Estos roedores fueron alimentados toda su vida con aceite de oliva o con aceite de girasol como fuente de grasa. Pudieron comprobar en su etapa final que los animales alimentados con aceite de oliva redujeron los niveles plasmáticos de las proteínas de fase aguda, presente en procesos inflamatorios, en proteínas habituales en situación de estrés oxidativo (el cual causa daño a toda célula).
También esas ratas pudieron bajar sus niveles de proteínas relacionadas con la coagulación sanguínea, el riesgo cardiovascular, con el metabolismo y el transporte de lípidos. ¿En conclusión? Las ratas que se alimentaron con aceite de oliva tenían corazones más sanos y fuertes, con menos estrés y menos problemas. El riesgo de daños en sus corazones, era el más bajo.
En conclusión
El consumo de un buen aceite de oliva, preferentemente puro o de un porcentaje alto en pureza, ayuda a proteger nuestros corazones y nuestros cerebros. A su vez, colaboran con la salud intestinal y nuestra salud integral. Por otro lado, también será un ingrediente preventivo para todo tipo de enfermedades degenerativas, como la diabetes en sus distintos tipos, la enfermedad de Alzheimer y las patologías.
Ahora, te toca a ti elegir el tipo de aceite de oliva que consumirás a partir de hoy.