Productos sin gluten baratos, ¿es posible?

Palabras como gluten o celiaco forman del vocabulario cotidiano; sin embargo, pocos conocen las implicaciones de la celiaquía, enfermedad que supone no solo consecuencias físicas y restricciones alimentarias a quienes la padecen, sino que afecta considerablemente su bolsillo debido al alto precio de los productos sin gluten. 

Aun con el auge de los productos carentes del elemento, llevar una vida libre de gluten resulta bastante caro en un primer vistazo, basta con mirar los precios tanto de productos de venta comercial como de platos en las cartas de los restaurantes pensados para personas celíacas. 

¿Por qué ser celíaco resulta tan caro? 

Sin distingo del tipo de alimento, la gama sin gluten suponen un incremento del precio que llega a superar hasta el 100% respecto a productos regulares; alimentos básicos de la alimentación como pasta, bollería y pan demandan cambios sustanciales en el presupuesto ante el diagnóstico de la condición. 

Pese a que en primera instancia pagar de 3 a 4 veces más por un producto se considera injusto, es necesario entender el concepto de “economía de escala”; para el fabricante, costear la fabricación de millones de galletas nada tiene que ver con la producción de unos cientos de miles. 

La fabricación de alimentos sin gluten demanda habilitar instalaciones separadas e independientes y formulación especial que incrementan los costes de producción, justificando su encarecimiento, junto a la necesidad de un proceso de selección y de procedimiento más amplio de la materia prima. 

¿Cómo seguir una dieta celíaca sin gastar demasiado?

Entendiendo las razones que elevan los precios de productos sin gluten, parece que no queda más solución que ajustar el presupuesto en función de ellos; por fortuna esto no es del todo cierto. 

Aun así, hay tiendas como la nuestra que apuestan por los productos sin gluten de calidad sin tener que gastar demasiado dinero. Porque lo natural es lo que cuenta. Descubre nuestras opciones sin gluten.

En el mercado, es posible encontrar opciones de uso básico que sirven en la preparación de los alimentos finales que disparan la factura de la cesta cada mes, como es el caso de la harina panificable, el pan rallado y cereales para el desayuno.

Apostar por lo natural 

Si bien es cierto que con un poco de paciencia –y apostando por las marcas adecuadas– es posible acceder a pastas, fideos, pan de molde, baguette e incluso galletas a buen precio, y que preparar alimentos sin gluten en casa es una opción, la mejor alternativa para el celíaco es decantarse por lo natural. 

Apostando por una alimentación más natural y saludable, evitamos gastar más de la cuenta sin riesgo de reacciones alérgicas, y es que la variedad de alimentos que no contienen gluten es tan amplia, que resulta sencillo encontrar reemplazos a aquellos que integran el elemento sin necesidad de pagar una fortuna.    

Teniendo como única condición invertir mayor tiempo en la cocina, llevar una vida sin gluten no tiene por qué ser demasiado costoso, todo es cuestión de adaptación y un poco de ingenio.

Preparar los snacks o tentempiés en casa   

Los aperitivos y merienda figura entre los temas a los que más les cuesta acostumbrarse a quienes se ven obligados a llevar una vida célica, sobre todo, considerando los precios de los alimentos de venta comercial.

Aunque las harinas sin gluten ofrecen la solución, los mixes comerciales cuestan demasiado; un buen reemplazo es la combinación de 2/3 de harina de arroz y 1/3 de maicena. 

Incluso, no hace falta comprarlas, siguiendo las indicaciones es posible hacer harinas sin gluten en casa, siendo suficiente triturar alimentos como el arroz, las almendras o quinoa, y mantenerla congelada para alargar su vida útil. 

Reemplazar pastas por hidratos 

El precio de la pasta sin gluten deja mucho que desear, además de aprovechar las ofertas de supermercados cuando está en promoción, no está de más valorar la idea de obtener los hidratos de arroz, batatas o patatas.

De igual forma, son opciones válidas la yuca, quinua, tapioca, polenta y avena certificada sin gluten, productos que se consiguen con facilidad a precios mucho más asequibles. 

Darle la bienvenida a los postres y meriendas caseras

Merendar supone todo un desafío para los celíacos en restaurantes y cafeterías viendo el lado derecho del menú; afortunadamente, en casa todo resulta más sencillo. 

Las opciones van desde natillas, helados y un simple yogur natural o griego acompañado de mermelada de frutas, hasta natillas, flanes, arroz con leche y muesli casero. 

Adicional a ser más barato, sano y libre de riesgos, preparar postres y meriendas en casa, tiene la ventaja de combinar sabores a la medida de nuestros gustos y preferencias; poniendo a prueba las habilidades culinarias, degustar muffins de plátano o gofres apenas demora un par de minutos.  

Las frutas y verduras son los aliados 

Al igual que los frutos secos, todas las frutas y verduras frescas son libres de gluten; el consumo de pan, galletas y cereales entre comidas ha conducido a que olvidemos lo delicioso y saludable de estos alimentos.

Animarse a probar nuevos sabores reviste no solo en una dieta más equilibrada, sino en mantener controlado el presupuesto, sobre todo, si llenamos el carrito de compras con frutas y verduras de temporada.

Si bien funcionan muy bien como snacks no podemos olvidar que las verduras son la alternativa idónea para los guisos de toda la vida, esos que acompañados de alguna proteína o legumbre confieren los nutrientes claves para un estilo de vida saludable.   

Invertir en una panera 

Los amantes del pan no renunciarán a la idea de comerlo aun a expensas de sacrificar otros placeres, siendo el caso, lo más conveniente es invertir en una panera y preparar sus propios panes en casa.

La ventaja del electrodoméstico radica en la posibilidad de disfrutar pan recién horneado en cuestión de minutos, escogiendo harinas previamente preparadas. Otra opción es el uso de bolsas para asar pollo, pero el resultado no queda tan bien.     

Recomendaciones finales 

Al igual que las frutas y verduras, las carnes, pescado y legumbres son alimentos sin gluten; no obstante, esto tiene validez mientras que los mismos sean consumidos de forma adecuada. 

En el particular de las frutas y verduras, elegir solo conservas y congelados que especifiquen elaboración sin gluten, mientras que las carnes y pescados no deberán estar empanados o adobados, exceptuando que indiquen la ausencia del elemento.  

Respecto a las legumbres, pese a que todas son libres de gluten, debemos tener especial cuidado al momento de consumir lentejas, demandando lavarlas muy bien al ser común la presencia de algún grano de trigo. 

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